viernes, 18 de septiembre de 2015

No soy tu

     No soy tu. Ni tu eres como yo. Admítelo y podrás ver mas allá de esas tinieblas entre las que habitas.

     Ni siquiera debería importarme que tus pensamientos no llevaran el mismo compás que los míos. Sin embargo me importa. Quiero encajar, pero no eres lo suficiente relevante para cambiar el ritmo de esta melodía que gobierna las felices ideas de mi cabeza.

     Detesto los fracasos, casi más que esa tormenta desatada en mi estómago al quedarme a solas con mis miedos. Es la razón de que trate de llevarlo todo, y al final ser consciente de no llevar nada. Y aún así continuo bailando, tratando de seguir el tempo de distintas canciones que danzan con distintos compases, completando un caos indescifrable.


     Caos. Caos. Más caos. Y la respuesta es dejarse llevar, porque buscar una respuesta entre tanta locura puede ser lo último que hagas con tu vida.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Zombies 2.0


        No bailan. No cantan. No lloran. No ríen. Ni sienten ni padecen. Son almas muertas que vagan a la deriva, descalzos agonizan entre cristales rotos. Son rostros irritados por gotas de agua salada que marcan el tic tac de un reloj sumido en las sombras.
           
        Solo tuvieron que detener sus pasos, incrustando en el latido de sus pensamientos el aullido de la incertidumbre, transformándose en muertos con vida que buscan consuelo en las oscuras cavernas que habitan en su propia sombra.

domingo, 13 de septiembre de 2015

Dicen que estas muerto

Dicen que estas muerto.
Pero aún siento como hundes el colchón al otro lado de la cama. Heladas, me atrapan tus piernas. Congelas mi aliento cuando tus brazos me abrazan. Enlazas tus manos con las mías, y vuelvo a estar a salvo de cualquier pesadilla escondida entre las sombras de la noche.

Dicen que estas muerto,
que hace ya tiempo,
que debería haberlo superado.

¿Cómo? 
Aún me besas, me tientas con tus miradas provocadoras, tu sonrisa bobalicona.
¿Cómo?
Si aún tengo tu mano sobre la mía, con cada uno de tus dedos enlazados con los míos.
Si todavía tus palabras siguen interrumpidas por mis labios.
Si tus labios aun murmuran, bajito, despacio, una caricia sutil mientras de tu boca se escapa un débil "te quiero".

¿Cómo no ibas a estar vivo? 
Si los muertos solo pueden hablar en pasado... y tu aún me quieres.