
Dias que comienzan chispando, con minúsculas gotas que poco a poco se vuelven más agresivas, y al anochecer, han arrasado con todo y más.
Hoy, es esa clase de días donde tu casa es el refugio de emociones encontradas. Días donde necesitas un abrazo, y no uno cualquiera, si no de esos que te aplastan tanto que por un momento llegan a ahogar tus preocupaciones. Esos abrazos que te demuestran que no estas solo; aún quedan personas que apostarían su vida por tu felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario